Trata de seres humanos: riesgos para los adolescentes
Para la mayoría de nosotros, la trata de personas es algo que vemos
en las películas o leemos a veces en los periódicos. Hemos oído hablar
de ello, sabemos que existe pero ni lo conocemos bien ni suponemos que
pueda afectar a nuestro entorno próximo.
Pero eso es un error. La trata
de personas es uno de los crímenes más extendidos. Pone su foco casi
siempre en niñas y adolescentes y ninguna clase social está libre de ella.
No solo eso, la existencia de internet, tan
beneficiosa para tantas cosas, ha provocado que casi cualquier niña o
adolescente pueda caer en sus redes.
Aunque el tráfico de seres humanos con fines sexuales se considera la captación, transporte, acogida o recepción de seres humanos mediante la coacción, el rapto, el engaño o el abuso de poder para obligar a esa persona a ejercer la prostitución o participar en cualquier tipo de pornografía, en el caso de los niños y los adolescentes se considera tráfico de seres humanos cualquier tipo de acto sexual comercial que tenga a un menor como objeto.
El tráfico de seres humanos es un delito muy grave que está castigado en la mayoría de los países. En Estados Unidos es un delito federal.
Quiénes están en mayor riesgo
Los traficantes de seres humanos van siempre a lo que les resulta más fácil. Es decir buscan aquellas personas que son más vulnerables.
Los niños y adolescentes son más vulnerables, en
general, que los adultos, así que niños y adolescentes están entre sus
objetivos prioritarios.
- Pobreza. Los niños y adolescentes que viven en condición de pobreza son más vulnerables. Para los traficantes será mucho más fácil engañarlos prometiéndoles una vida mejor, dinero para ayudar a sus familias o incluso alimentos o cualquier otro tipo de cosa de la que el menor carezca.
- Inmigrantes solos sin documentos. Los niños y adolescentes que llegan solos al país y sin documentos están en una situación de especial riesgo. Los traficantes de seres humanos lo saben y se aprovechan de ello.
- Adolescentes con problemas. Aquellos adolescentes que tienen problemas en casa, que viven con padres adictos o que se han visto involucrados en delitos también corren un riesgo mayor.
- Fugados de sus casas. Los niños, niñas y adolescentes que se fugan de sus casas son, sin duda alguna, los que corren el mayor peligro. Fuera de la protección de sus familias y del entorno habitual, los traficantes tienen muy fácil su explotación.
Al ser un delito grave no existen cifras precisas sobre el número de niños y adolescentes que caen en las redes del tráfico de seres humanos pero las oficinas federales y las organizaciones para la protección de la infancia en Estados Unidos han hecho diversos estudios que dan una idea de la magnitud del problema.
Entre 14.500 y 17.500 personas cada año caen en las redes del tráfico de seres humanos cada año en Estados Unidos. De ellos una buena parte son adolescentes, sobre todo chicas. Aunque es imposible saber el número exacto, algunos estudio sugieren que podrían ser la mitad de esas personas.
El uso de internet
Los traficantes de personas, sobre todo aquellos que trafican con niños, niñas y adolescentes utilizan cada vez más internet para acercarse a esos niños y adolescentes. Por esa razón cualquier niño, niña o adolescente puede llegar a caer en esas redes, independientemente de su raza, su clase social o el nivel económico de su familia.
Educar a los niños, niñas y adolescentes sobre cómo deben usar internet y enseñarles claramente los peligros que pueden acecharles es imprescindible para su seguridad.
Y es el método al alcance de sus padres para luchar contra el tráfico de seres humanos.
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